Tipo: Dios Celestial
Aliados: Sacrosticios
Poderes: Recuperación-Convocando a los dragones-Rayo Apocalíptico
Descripción
Pocas criaturas son tan temidas y respestadas como el dios celestial Dorado. Tiene el poder de 1000 dragones y es el amo de todos ellos. Su cuerpo está recubierto por una armadura sagrada, forjada completamente con oro del séptimo cielo.
Historia
Hace miles de años los dioses temiendo una alianza con los señores oscuros decretaron el exterminio de la raza dragón, y la guerra estalló una vez más en tierras sacrosticias.
La gota que colmó el vaso fue el ataque de un grupo de voladores del frío (raza de dragones más pequeños y carentes de inteligencia) a un templo de la diosa Efnir.
La ofensa provocó un levantamiento entre sus angeles guerreros, dispuesto a levantarse en armas y limpiar las tierras sacrosticias de aquella raza hereje. O entregaban a los culpables de la devastación o todos los dragones pagarían con sus vidas.
Raloh, el jefe de los dragones no estaba dispuesto a negociar, su deber era proteger a los suyos, aunque se tratase de esas tontas bestias que ni siquiera se enteraron de lo que habían hecho. Tal vez fueron atraídos al lugar por el perfume de la carne de los aldeanos y la promesa de un suculento banquete.
Angeles, dioses y guerreros fueron consumidos por el fuego negro de los dragones. La situación había tomado un giro inesperado; los dragones iban ganando. En vista de esto, en su inmensa misericordia la diosa Efnir lanzo un hechizo de enamoramiento sobre Raloh; y se ofreció como tributo para poner fin a la guerra.
De la unión entre el Jefe Dragón y la Diosa del Sol surgió Dorado, un dios en cuyas venas corre sangre de dragón.
Pasado un tiempo, Raloh se aburrió de los favores de la diosa, y volvió a dejarse llevar por su sed de conquista. Anunció que esa noche abandonaría el palacio y reuniría nuevamente a su ejército.
Lo que Raloh no sabía, era que la diosa lo había engañado. Previendo la posibilidad de que esto pudiera suceder, había dotado a su hijo con una habilidad única para comandar a todos los dragones y ninguno de ellos podía negarse a obedecerlo, pues por derecho, en su sangre corría la misma sangre de Raloh.
Efnir durmió con Raloh por última vez, y lo asesinó. El sol se alzó brillante sobre los cielos una vez más.
La guerra había terminado y los dragones tenían un nuevo amo.
Combate
Siempre se lo ve elevado para resaltar su condición de dios. Su armadura dorada lo protege de todo tipo de ataques, pero por si esto no fuera suficiente, también cuenta con la posibilidad de utilizar sus poderes de recuperación. Su principal ataque es el rayo apocalíptico que realiza cruzando sus muñecas y expandiendo sus puños hacia el frente. También puede llamar a cualquier tipo de Dragón, aunque pertenezca a otro clan, para que luche de su lado.
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Creado por Javier Ignacio Diaz
Apariciones: Crash #10
Apariciones: Crash #10
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